La capitanía ‘Reminiscencia’ hace entrega de dos regalos al embajador
- 14 mayo, 2010
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Las fiestas de moros y cristianos están llenas de ilusión, de emoción, de ritos y tradiciones que se pasan de padres a hijos, de festeros a festeros y esto ocurrió en la Mesa del Embajador de 2010. Jaime Coloma, actual embajador de la comparsa de “Blavets” recogía de manos de los capitanes dos presentes de gran calado emocional: la espada y la boina de sus dos predecesores. En la casa de uno de ellos, José Joaquín Ribera, los capitanes agasajaban a los invitados del embajador cristiano como manda la tradición. Dos de los capitanes, componentes de la escuadra “Reminiscencia” son hijos de los dos embajadores anteriores y quisieron darle a quien lleva doce años en el cargo estos emotivos regalos.
Jaime Coloma los aceptaba emocionado, mientras insistía en que el ser embajador es un cargo y hay que representarlo dignamente. Añadía “porque no se trata de una obra de teatro sino de un acto festero”. Allí en un acto íntimo, pequeño – de los que llenan las fiestas de moros y cristianos- se vivió uno de los instantes más importantes de las fiestas, el traspaso de generación en generación de los elementos que la mantienen viva y recuperan las tradiciones y vivencias. Antes del ágape el párroco, Miguel Angel Cerezo rezaba un responso por los difuntos.