España, billete para el tráfico animal

  • 3 junio, 2020
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España, billete para el tráfico animal

El comercio ilegal de especies está promovido por mafias, genera 20.000 millones anuales y es el tercer negocio más lucrativo del mundo

Artículo escrito por Sara Rodríguez Francés

Animales dentro de jaulas, maletas, mochilas, bolsas, enrollados en precinto o apilados en espacios pequeños. Así viajan miles de especies, así se comercializa con seres vivos. A la minoría que pueden contarlo les espera un segundo viaje a otro destino, o un nuevo ‘hogar’ fuera de su hábitat natural. España, por su posición geográfica -frontera con el norte de África- es el hilo conductor de miles de animales hacia Europa. Los anclajes marítimos de Algeciras, Valencia o Canarias desempeñan un papel esencial para la entrada de estos animales.

El comercio legal de animales y especies se encuentra regulado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Este organismo se encarga de fijar límites a la hora de realizar esta actividad. Además, se divide en dos anexos. El primero, donde se encuentran las especies más amenazadas. Y el segundo, con aquellas que no corren un alto riesgo de extinción. No obstante, en ambos se puede comercializar si se precisa documentación. “Las entidades trabajamos para que las especies pasen a Anexo I”, afirma Andrea Torres, técnica de animales salvajes de la organización FAADA.

Este gran negocio avanza de manera presurosa y supone una de las mayores amenazas para la conservación de la biodiversidad. Esta práctica se ha convertido en uno de los delitos más lucrativos a escala mundial. Su magnitud es difícil de cuantificar, pero organizaciones como WWF afirman que se mueven entre 8.000 y 20.000 millones de euros al año. Estas cifras lo encaraman en el tercer puesto de un gris podio liderado por las drogas y las armas.

La providencia de estos seres vivos tiene su origen en el hábitat natural de donde son capturados o, por el contrario, pueden haber sido criados en cautividad. En España, hay constancia de la existencia de espacios ilegales dedicados a criar y redistribuir de forma ilícita tanto en el interior como más allá de sus fronteras. Las diferentes partes del animal, como la piel, los colmillos, la cabeza, o los huesos también son objeto de comercio. La finalidad de traficar con estos últimos pasa por la creación de bolsos, zapatos, trofeos de caza, decoración, rituales e incluso prácticas ‘curativas’.

Animales disecados de la operación de tráfico ilegal “Taxidelaria” en Alicante. | Foto: Guardia Civil

Uno de los principales problemas radica en la no separación entre el comercio y el tráfico, ya que buena parte de la primera actividad se nutre de la segunda. Los procesos de blanqueo y la manipulación se mantienen al orden del día. De esta forma, si fallece una especie lícita y la documentación de esta se le atribuye a otro ser de su misma especie pasa a legalizarse un animal que a priori no lo era. Es por esta razón que Andrea Torres sentencia: “Habiendo comercio legal, es muy fácil que exista un comercio ilegal paralelo”.

Un informe reciente publicado por la organización internacional ‘Four Paws’ recoge que España se encuentra en el triste Top 10 de los países que comercializan con tigres en Europa. El documento revela que entre 2014 y 2018 exportó ocho felinos vivos de los cuales seis serían utilizados para fines comerciales. No obstante, el dato a destacar es que el país ocupa el primer puesto en Europa de tigres vivos incautados (diez). La técnica de animales salvajes, Andrea Torres explica que en España se comercializa con grandes felinos vivos y partes de ellos, asimismo, esto implica comercio ilegal.

“En España se comercializa con tigres vivos y partes de los mismos, esto es comercio ilegal”, recalca Andrea Torres, técnica de animales salvajes de FAADA

En 2018, la asociación realizó una encuesta pública a siete estados miembros de la Unión Europea (Austria, República Checa, Francia, Alemania, España, Países Bajos y Reino Unidos). Un total de 7223 encuestados respondieron una serie de preguntas relacionadas con el comercio de tigres vivos y sus partes. Los resultados revelaron que en España un 48% piensa que este tipo de actividad debería estar totalmente prohibida frente a un 42% que opina que debería prohibirse con la excepción de la conservación de programas de cría administrados por zoológicos legítimos. Un 6% indicó no sabe-no contesta y el 4% restante recoge que debería seguir siendo legal.

Vivencias reales

Olga Feliu, al frente de Fundació Mona, cuenta cómo en la asociación tienen animales como Pipa, una macaca de Berbería que fue interceptada en Valencia procedente de Marruecos. Pipa viajaba en una caja de zapatos y tenía unos seis o siete meses de edad. Su porvenir era ser vendida en Europa. Además, Feliu afirma que a día de hoy las personas que adquieren un primate es por gusto.

La directora de Fundació Mona Olga Feliu señala que hoy en día quien compra un primate es por capricho

Otro vestigio del tráfico ilegal es la odisea que tuvo que pasar África, una chimpancé nacida en su hábitat natural que fue capturada y traída a España en barco. Tras ello, un particular se hizo cargo de ella, pero al crecer la situación con el animal en casa se volvió insostenible y acabó (para su suerte) en Fundació Mona.

El pasado mes de marzo a punto de estallar el brote de COVID-19 en España, AAP Primadomus rescató a un particular un Tití común. De nombre Pipa y en principio Pipo, puesto que su familia humana pensaba que era un macho y no una hembra. Los titíes en concreto son una especie que vive en sociedad, de modo que las carencias a las que se enfrentan estos animales cuando son reinsertados con otros de su misma especie son llamativas. “Si los animales han sido habituados a estar solos o con humanos, primero han de pasar un largo proceso para volver a habituarse a ser un animal (lo que nunca debieron dejar de ser)”, advierte Héctor Sanz, veterinario de AAP Primadomus.

Impactantes imágenes de monos drogados rescatados del tráfico ilegal por AAP Primadomus. | Fuente: AAP Primadomus

Además, se estima que solo el 75% de los animales comercializados logra vivir puesto que la mayoría de ellos mueren durante la captura o el transporte. Las duras condiciones del viaje afectan de forma directa a la conducta del animal. Héctor Sanz asegura que “la mayoría presentan comportamientos anormales tras ser rescatados (autolesión, estereotipas, fobias a determinados estímulos…)”. No obstante, el veterinario también sostiene que “todos de algún modo mejoran, pero algunos llegan tan dañados o llevan tanto tiempo mostrando comportamientos anormales, que ya los han incorporado a su patrón comportamental”.

De otro lado, Internet no ha ayudado a frenar este negocio, sino que ha incentivado su práctica. La exposición de animales en páginas web como la famosa ‘MilAnuncios.com’ se ha convertido en la manera más eficaz de compra — venta. Este nuevo método es utilizado por empresas, criaderos ilegales e incluso particulares.

Soluciones

La existencia de un listado positivo permitiría dejar que se comercialice con las especies que estén es esa lista. Esto, facilitaría la labor a los responsables de aduanas ya que solo deberían memorizar las especies que apareciesen en el informe. De esta forma, si se diese el caso y se da un animal que no esté contemplado en el listado sería decomisado de manera inmediata.

En España existe un listado negativo, esto conlleva una lista de cada especie, es decir, anfibios, mamíferos, reptiles, peces y aves quedan reflejados en su propio documento. Se habla de millones de especies, por lo que la labor de identificar con qué animales se puede comercializar y con cuales no es complicada. Sobre todo, porque existen especies muy parecidas que no se encuentran en el mismo listado. Las soluciones en aduanas u otras localizaciones tienden a ser benevolentes con los traficantes y se accede a su transporte puesto que no se posee información concluyente.

A pesar de las malas condiciones en las que llegan la mayoría de animales, veterinarios como Héctor Sanz aseguran intentar salvarlos ya que “la mayor recompensa es ver cómo mejoran día a día animales que cualquiera hubiera desahuciado sin ningún tipo de duda”.

“La mayor recompensa es ver cómo mejoran día a día animales que cualquiera hubiera desahuciado sin ningún tipo de duda”, concluye Sanz

Gracias a la labor de diferentes organizaciones y centros de rescate (AAP PrimadomusFAADAFundació Mona…) que se preocupan por el bienestar animal, la actividad del tráfico ilegal adquiere un tono de denuncia internacional. No se puede permitir que se comercialice de una forma tan frívola con las vidas de seres que han sido privados de su libertad y sacados de sus lugares de origen.

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