La Banda Municipal de Música de Villena presenta el logotipo de su centenario

En 2022 la Banda Municipal de Música de Villena celebrará su centenario. Para la celebración de esta efeméride el villenense Tomás Prats ha realizado un logotipo en el que se puede ver una lira, con cinco rallas que evocan el pentagrama y a ambos lados de la lira surgen  hojas de laurel en alusión a los instrumentos de música y bajo de la lira la sigla BMM.

El director de la Banda Municipal de Música, Pedro Ángel López, ha indicado que la idea es que la celebración del centenario no se circunscriba a una fecha, sino que sea el inicio de un proyecto de futuro donde se ponga en valor la misma organizando tanto la administración de la Banda como las condiciones pedagógicas. Reconoce que en la banda existen carencias de instrumentos como la tuba o el fagot, puesto que se nutre de estudiantes del Conservatorio y en éste no hay profesores que impartan dichos instrumentos, « por lo que tenemos que ir de la mano Ayuntamiento, Conservatorio y Banda para intentar que estas plazas se cubran y tener todos los instrumentos», explica López

Por otro lado, el portavoz de la Banda Municipal, Pepe Ferriz, ha señalado que uno de los resto de la institución es  mejorar el local de ensayos  que se ha quedado pequeño para acoger a los 110 músicos que tiene la banda y que además, no reúne las condiciones óptimas para el ensayo. La concejala delegada de área, Elena Benítez, ha adelantado que la intención del equipo de gobierno es adecuar la actual sala de ensayos ubicada en la Casa de la Cultura.

En breve se dará a conocer parte del programa de actividades conmemorativas del centenario de la Banda Municipal de Música que está organizando una comisión compuesta por músicos actuales, antiguos componentes y personas relacionadas con la cultura local. Así los actos concluirán el 5 de septiembre de 2022 fecha en que se celebra el centenario de la primera actuación de la Banda que salió a las calles de Villena interpretando el pasodoble compuesto para la ocasión por Quintín Esquembre, «La Entrada».