Y ya van tres
- 6 julio, 2018
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Y ya van tres. El verano tardío, con el que la climatología nos ha honrado este 2018, nos ha traído las presentaciones. A penas ha empezado a apretar el hermano Lorenzo en el cielo, y de repente, ya hemos dejado atrás a un trio de las catorce a las que asistiremos. Catorce, y no quince, porque los Marinos Corsarios decidieron hace unos años que la exaltación de sus cargos se hace el 4 de septiembre y ese día todos tenemos ya un compromiso concertado con nuestras comparsas. Empezamos con la de la Regidora. Dios mio que estrés. Hay quien piensa que la edad y ser repetidora en el cargo me da un plus de veteranía, que no tengo. Prueba de ello fueron los nervios, el dejarme el delantal en casa y no acordarme que, al llegar al escenario y antes de sentarme, debía girarme para hacerme la foto. Y otras muchas que no se vieron y que por pudor no pienso contar aquí.
Por lo demás, todo fue estupendo, incluidos los emotivos discursos de la dos Regidoras, el de Laura, el sábado por la noche y el de Sara el domingo por la tarde. He de reconocer que, en esto de los Moros y Cristianos, ando siempre con la emoción a flor de piel y soy de lágrima facilona. Pero, a pesar de mi resistencia racional por soltar una, las dos consiguieron arrancármela. En definitiva, las dos estuvieron a la altura del magno acto.
Todavía no habíamos soltado el cansancio del fin de semana anterior cuando llegó la de Miriam, que este año es lo mismo que decir la de los Almogávares. Un acto sencillo, ágil y emotivo como les gusta realizar a esta comparsa, que últimamente suele ser la primera en abrir el fuego cruzado de las presentaciones. Los de la bandera cuatribarrada lo tenían fácil este año para llegar al corazoncito de quienes se sentaron en el Patio Festero. La sonrisa de Miriam es capaz de iluminar cada escenario sin la necesitar de tener muchos focos y junto a ella, la dulce Claudia encandiló a los presentes. A ellas se suman un capitán y alférez de aúpa, como diría Antonio Machado «en el mejor sentido de la palabra». Si han leído antes, esta serie de artículos, recordaran como mis benjamines animan cada uno de los actos a los que nos convocan, pues a Goyo y a Damián, les podríamos incluir en esta categoría, aunque de pipiolos ya les queda poco. Caminan los dos con naturalidad en la Champion League de los momentos más divertidos de este bendito 2018.
La tercera vino con pedida de mano incluida. Los Ballesteros conquistaron la Guarida Pirata y por unas horas la convirtieron en territorio cristiano, en un espacio cargado de ballestas. Era el momento de Celeste o Celestika para los más allegados, que logró con sus palabras meterse en el bolsillo a quienes todos los que todavía no la conocían de cerca. Y es que una vez pasas más de una hora con ella, te roba el músculo que bombea la sangre por goleada, porque Celeste es todo corazón. Si a capitanes, alférez y madrina infantil de los Ballesteros, Anthea, los vimos emocionarse en el escenario, tuvimos que esperar a que entrara algo más la noche para ver el lado más romántico de Eloy -el alférez y novio de Celeste-.Ni corto ni perezoso y enrolando al resto de los cargos festeros hincó la rodilla en tierra y le pidió matrimonio. Un momento que ningún móvil se quiso perder. Y ya van tres y en unos días serán cuatro con la de los Moros Realistas.
Quienes han ido alguna vez a este tipo de eventos sabrán que después de las presentaciones siempre hay un baile. Toda una guerra generacional a la hora de elegir la música. Atrás quedo la batalla entre los pasadobles para bailar agarraos frente a la moderna de Alaska, cuya música después de ser pura vanguardia en los 80 y los 90 del siglo pasado ha conseguido ser un clásico, que todo el mundo danza desgañitándose y moviendo el peroné. Por si hace tiempo que usted no es afín a las verbenas populares de donde han desaparecido las orquesta para dar paso a los djs, le diré que el rey de la pista es el regeeaton. Los más jóvenes se manejan entre sus notas como sí fueran las más autóctonas de esta tierra. Si sus padres e incluso sus abuelos importaron el pop de la cultura más británica de Los Beatles, ellos han encontrado en los ritmos latinoaméricanos, los que pulsan la historia de sus años mozos.
Las presentaciones son actos intergeneracionales y son muchos a los que la música Makina, la que hizo famosa la ruta del Bacalao, les devuelve con nostalgia los años en que no peinaban canas y quemaban las horas nocturnas sin pensar las consecuencia del próximo domingo por la mañana. No me quedo ni con la makina de los 90 ni con el regeeaton de los milennials, aunque algún pasito soy capaz de dar, me pongan la música que me pongan. Y además al filo de las dos y media cual Cenicienta salgo disparada al coche dispuesta a abandonar la fiesta. No porque la carroza se vaya a convertir en calabaza sino porque mis pies ya no aguantan más los tacones y empiezan a dar signos de nos poder aguantar ni un minuto más.
Y nada más que contar en este diario improvisado.., un momento, sí hay algo. En este diverso grupo de los años 2018, en el que tenemos al guiri más famoso de Villena, la segunda alférez de Villena, la nieta de un Hijo Predilecto, un ex presidente de la Junta Central de Fiesta y dos cargos con residencia fuera del estado español, hemos adoptado a un candidato a la presidencia del PP. Elio fue antes alférez de los Moros Nuevos, que aspirante al sillón principal de la calle Genova de Madrid. En fin, que lo tiene muy difícil, vamos lo mismo que lo tuvo quien ocupa hoy la Moncloa, el socialista Pedro Sánchez. Y yo que pensaba que esta serie de artículos no iba a hablar de política …. Elio si al final ganas a Cospedal nos debes una cerveza en la cafetería de la madrileña calle del Partido Popular, con fotografía incluida.