Cabezo Redondo, un poblado clave para el comercio de hace 4.000 años
- 3 julio, 2017
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Desde lo alto del cerro donde se ubica del poblado de la Edad de Bronce, Cabezo Redondo en Villena se divisan todos los caminos que transitan desde la Meseta hacia el Mediterráneo. Los hallazgos encontrados en las excavaciones arqueológicas que la Universidad de Alicante, está realizando en el yacimiento muestran la importancia comercial de este enclave.
Dos son los objetos excepcionales hallados este año; un botón de marfil de elefante y una cuenta de collar de pasta vítrea. Ambos son elementos importados, de materiales procedentes de África- en el caso del botón- y de Egipto o Grecia -en el caso del collar-. «Estas dos piezas demuestran el contacto con países del Mediterráneo y la riqueza que los habitantes del poblado acumularon, como diez kilos de oro del Tesoro de Villena. Estamos a punto de descubrir las claves que permitieron tanta riqueza», explicó el doctor de la Universidad de Alicante, Mauro Hernández.
El profesor señaló que el poblado de Cabezo Redondo se encuentra en un lugar estratégico, donde se controla el paso de mercancías que van de la Meseta al Mediterráneo, «y además, controlan un recurso muy importante; la carne, que pueden exportarla hacía el Mediterráneo, al ser una zona rica en agua y sal, lo que permite acondicionarla», explicó Mauro
En esta edición los dieciocho arqueólogos y estudiantes de arqueología están trabajando en la parte alta del cerro de Cabezo Redondo y en la media, en esta última en la puesta en valor de una de las casas, donde se ha encontrado vasijas de distintos tamaños. Asimismo, indicó que son claves para explicar el proceso de ocupación del poblado, ya que en la parte alta se han encontrado restos de hace cuatro mil años, así como las evidencias de dos enterramientos y restos humanos de dos individuos.
Las hipótesis que se baraja es que los habitantes abandonaron los llanos y se ubicaron en las montañas, dos mil años antes de Cristo. Así, por motivos que se desconocen, mil seiscientos años antes de Cristo los habitantes abandonan la veintena de poblados ubicados en altura para concentrarse en un único lugar, en el Cabezo Redondo, un poblado con barrios determinados y con viviendas en arquitectura de piedra.
Con los nuevos trabajos, el doctor en Arqueología, Mauro Hernández, indicó que es necesario plantear el acondicionamiento de la parte alta del poblado de la Edad de Broce, para mejorar la accesibilidad y la seguridad. Asimismo, adelantó que para el mes de octubre se llevarán a cabo trabajos de consolidación de las partes excavadas en este verano para evitar su deterioro.
El pasado fin de semana coincidiendo con las jornadas de puertas abiertas se desplazaron al yacimiento 810 personas. Asimismo visitaron el Museo Arqueológico José María Soler 306 personas.