Villena vuelve a la Edad Media habitada por caballeros y damas

  • 10 marzo, 2012
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El casco histórico de Villena ha vuelto a la Edad Media con el tradicional mercado que organiza la asociación de vecinos del barrio del Rabal y que permanecerá todo el fin de semana.

La vuelta al pasado comenzaba con el pasacalles nupcial, que servía de acompañamiento a los novios, Roberto y Pilar, antes de la celebración de su boda en el Castillo de la Atalaya. Después, el atleta villenense, Andrés Micó, procedía al pregón inaugural del Mercado Medieval. En el mismo recordaba la historia de la fortaleza local, como fue centro de disputas y batallas y abogó por aunar esfuerzos entre todos los ciudadanos para superar la crisis y abordar los problemas de la ciudad, como la sobreexplotación de los acuíferos, las vías del tren a su paso por la ciudad. También reivindicó la recuperación de la torre del Orejón.

El presidente de la asociación del Rabal, José Cabanes, valoraba el esfuerzo realizado no sólo por los vecinos del casco histórico de Villena, sino también por muchos colectivos de la ciudad, “que en época de crisis han conseguido ampliar el mercado con numerosas actividades. Además, exponen ciento sesenta mercaderes, cuarenta más que el año pasado” .

Insistió en que  si el casco histórico se normaliza- objetivo de la asociación de vecinos y de la celebración del Mercado- “mostrará que la parte más antigua de la ciud impulsa la economía local”. 

Durante este fin de semana, se puede disfrutar de un paseo por las calles estrechas, recién encaladas, llenas de paja, a los pies del Castillo de la Atalaya, del sonido de las campanas de los distintos templos, así como de otras que exhibe la asociación pro restauración de la ermita de San José. Además, este colectivo, por primera vez, ha ubicado el obrador de las tradicionales tortas fritas en la propia ermita con el fin de que los visitantes observen como se elabora la masa de las mismas.

El alcalde de Villena, Javier Esquembre, comentó que el Mercado Medieval se ha convertido en un referente de promoción turística y económica de Villena. Al hilo del pregón de Andrés Micó, señaló que aunque la economía municipal actualmente no lo permite, sería cuestión de repensar una ubicación para el Orejón- un autómata que salía cada vez que se daban las horas desde una torre ubicada en la actual Plaza Mayor- “tan querido por la sociedad”.

Boda Medieval

En un abarrotado patio de armas del Castillo de la Atalaya, Roberto y Pilar, él vecino de Villena y ella procedente de Lérida, se daban el sí quiero, ataviados con sus respectivos trajes de dama y caballero y rodeados de sus familiares y amigos.

Para Roberto se hacía realidad un sueño. Su padre, empleado municipal, tenía las llaves del Castillo, y muchos días se trasladaba a la fortaleza a jugar entre sus colmenas y a divisar desde la Torre del Homenaje su ciudad, Villena. Ahora, años más tarde, y ya como caballero, volvía a este lugar tan especial para compartirlo con su futura mujer, Pilar, una vecina de Lérida.  

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