Villena vivió una Entrada a 40 grados

  • 6 septiembre, 2016
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Villena vivió una Entrada a 40 grados

Villena vivió ayer uno de los desfiles más calurosos de su  historia. La Entrada comenzó a 40 grados, una temperatura que no varió mucho a lo largo de las más de seis horas de desfile, un acto que se ralentizó y sobre las once de la noche, todavía la última comparsa, los Cristianos no había finalizado.

En este año destacable fue la participación del Bando Marroquí-los Marruecos- que rememoró su historia, su origen en los festejos locales con un boato conmemorativo del 150 aniversario de su fundación. Así la comparsa de Ballesteros que celebra los 50 años de su constitución sacó en este desfile tres banderas; la de los Árabes, comparsa que le precedió, la del año 60 y la bandera conmemorativa del 25 aniversario.

Con un intenso calor participaron más de diez mil festeros, de catorce comparsas distintas- siete del bando moro y siete del cristiano, así como ciento veinte bandas de música. Un desfile que  arrancó, como marca la tradición, a las cuatro de la tarde desde la calle Nueva con los acordes del pasodoble «La Entrada» del compositor villenense Quintín Esquembre interpretados por la Banda Municipal de Música de Villena. Del silencio solemne antes del inicio del pasodoble se pasó a la euforia colectiva tras los primeros sones. Escuchar los acordes  al paso de la Banda Municipal de Música por las calles de la ciudad es uno de los momentos más emotivos que viven los villenenses que no dudan en tararear sus compases móvil en mano, para no perderse detalle, para inmortalizar el momento más mágico que se puede vivir en la localidad, ya que  saben que la fiesta es imparable, que un año más está en la calle y que es momento de disfrutar. El acto se prolongó durante más de siete intensas horas.

Tras la banda de música, los estandartes de las siete comparsas del bando moro, precedido por el de la Junta Central, aparecieron en la calle Corredera. Después, el boato del embajador moro y su cortejo dieron inicio al desfile de la comparsa de  Moros Viejos, con sus plumas negras al viento y llenando de intensidad y alegría las calles con  el rojo del raso de sus pantalones, después lo haría la comparsa de Moros Nuevos  y tras ellos el Bando Marroquí.

Las escuadras especiales de las distintas comparsas dieron el toque de distinción y elegancia, en las que en el bando moro sigue predominando las conocidas como escuadras de negros, con sus plumas, sus huesos y sus caras pintadas.

La marcha mora inundó cada rincón de la ciudad al paso de las huestes de la comparsa de Moros Realistas, seguidas por Moros Nazaríes y Moros Bereberes, quienes mostraron la solemnidad del reino de la media luna. La alegría desbordada, las volteretas y las ganas de fiesta llegaron con la comparsa de Piratas, la más numerosa dentro de las fiestas de Moros y Cristianos con más de dos mil socios.  Durante más de una hora la calle Corredera y la avenida Constitución se llenaron de una marea de blanco, rojo y negro, colores de la comparsa y el público animó a los Piratas al grito de «voltereta, voltereta»  para que sus socios deleitaran con estas piruetas tan características de la comparsa, que sólo ellos saben hacer y que tanto gusta a festeros y visitantes.

Después fue el turno para  las huestes de la Cruz  que entraron  por la Corredera con la alegría y organización de los Estudiantes, una comparsa grande pero con un desfilar ágil. Le siguieron Marinos Corsarios, Andaluces y Maseros. Así, la noche cayó sobre la ciudad. Con los arcos encendidos llegaron los Ballesteros que este año celebrarán sus bodas de oro y lo harán a lo grande hoy en el desfile de La Cabalgata, después lo Almogávares y cerrando el desfile ya con la noche cerrada la alegría de la comparsa de  Cristianos, al grito de «Salid niñas al balcón, porque vaís a ver pasar de Villena lo mejor», tal y como reza la letra de su pasodoble «Cristianos de Villena».

Este año en la tribuna municipal, acompañando a las Regidoras y a la corporación municipal  estuvo la diputada de Podemos por Alicante, Rita Bosaho. Así la concejala de Turismo, Mercedes Menor, reconoció que este año ha sido difícil realizar acciones promocionales  durante los festejos encaminados a que sean reconocidos de Interés Turístico Internacional, así como a traer a la tribuna municipal invitados de renombre para conocer los Moros y Cristianos debido a que las celebraciones se desarrollan durante la semana y no en días festivos.

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