Villena y Biar sellan el acuerdo festero más polémico

  • 13 mayo, 2016
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Villena y Biar sellan el acuerdo festero más polémico

Como cada 12 de mayo las poblaciones de Villena y Biar sellaron el acuerdo festero por el que  los habitantes de la villa ceden a los villenenses la efigie de Mahoma hasta el 8 de septiembre, que será devuelta cuando las huestes de la media luna pierdan el Castillo de la Atalaya.

El acto estuvo envuelto en polémica 24 horas antes de su celebración, cuando transcendió que el manuscrito que el Ayuntamiento de Villena entrega al pueblo de Biar para la cesión, sustituía la palabra “mahoma” por la frase “efigie del bando moro”, lo que molestó tanto a las autoridades locales como festeras de la villa. Incluso se habló de afear al alcalde si no pedía la cesión de La Mahoma.

La sangre no llegó al rio y finalmente, el alcalde de Villena, Javier Esquembre, en su solicitud y en un buen valenciano solicitó a Biar la entrega de La Mahoma, como símbolo de unión de las dos poblaciones y de compartir festero.

El alcalde de Biar, Julio Sanjuán,  agradeció que el alcalde de Villena nombrase a La Mahoma y autorizó su cesión . Asimismo, Javier Esquembre le entregó un pergamino en el que rubricó el compromiso de los villenenses de conservar la efigie y en el que se podía leer “El Muy Ilustre Ayuntamiento de Villena solicita la efigie del bando moro, la Mahoma, al Muy Ilustre Ayuntamiento de Biar”. En esta edición en el manuscrito -alusivo a aspectos que comparten las dos localidades- se representaron las revistas festeras que cada población edita con motivo de las celebraciones de Moros y Cristianos.

Tras el acuerdo  los vecinos de Biar concentrados a las puertas del Ayuntamiento entonaron la tonadilla de despedida: «La Mahoma de Biar menja rotllos y fogases, la hi porten a Villena i la inflen a remolatxes». Así las comparsas de Moros Nous y Vells tomaron a la efigie de Mahoma y la trasladaron hasta el final de La Torreta. Con los sones del «Ball dels Espies», Biar le dijo adiós esperando la llegada del 8 de septiembre para recibirla de nuevo.

No obstante, la efigie de Mahoma tuvo que esperar a ser trasladada a Villena al  menos treinta minutos más de lo habitual, puesto que el vehículo que la debía transportar  no llegaba- del alquiler del  camión se encarga tradicionalmente la comparsa de Moros Viejos-. Así el inicio de la procesión de la Mare de Déu de Grácia se atrasó  porque las escuadras que acompañan a La Mahoma estaban a la espera de depositarla en el vehículo.

En Villena finalmente los arcabuceros , presidentes y cargos festeros de las catorce comparsas recibieron a la efigie de Mahoma, en una noche helada .

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