Adiós a Electryson

El cierre de comercios locales marca heridas en el paisaje urbano. La bajada de las persianas de los más decanos, además, araña el imaginario colectivo de una ciudad. En los últimos años, hemos visto como tiendas que han hecho historia en Villena desaparecieron dejándonos huérfanos de las experiencias vividas dentro de sus cuatro paredes llenas de productos y precios.

Fue el caso, primero, de Postigo, hace poco de Querol y Querol y, ahora, de Electryson Pardo.En sus escaparate vimos pasar gran parte del siglo XX y las primeras décadas del XXI. Soportaron crisis, vaivenes históricos, pero no han sobrevivido a la última gran crisis. 

Son comercios que, no sólo son historia de la economía local sino también de la vida de personal de muchos ciudadanos de Villena y de poblaciones cercanas. Muchos fueron los que se enfundaron por primera vez unos “501” en Postigo o compraron la vajillas para casarse en Querol y Querol.

En el caso de “Electryson, Benito Pardo”, la historia de mi familia está íntimamente ligada a ella. En todos y cada uno de los lugares donde ha estado, la historia de los mios están enlazada con ese negocio, con esta firma. De mi tio, Benito Pardo y de mi padre y su hermano, Toni Pardo escuche las crónicas de como Electryson comenzó vendiendo aparatos de radio, no sólo en Villena, sino hasta Monovar llegaban a llevar en moto la mercancía. Después llegaron las “teles” en blanco y negro y los “picús (pick up)” que alquilaban.

En los escaparates de Benito Pardo se ha visto durante cincuenta años la evolución de la tecnología: de la venta de discos hasta los mp4 pasando por los radiocassettes, las cadenas de alta fidelidad, los walkman y los cds. Desde el blanco y negro hasta la más alta definición en las televisiones.

El cierre de las puertas de Electryson significa el adiós a una de las tiendas que han sido el buque insignia del comercio local. Es el fruto, del esfuerzo y la ilusión de uno de los pioneros de este sector económicos en Villena, Benito Pardo. Es la gana de continuar con la herencia de sus hijas. Es el trabajo de muchos de los empleados que pasaron por sus mostradores. Y es la experiencia vivida de cada uno de los que allí compraron un electrodoméstico que les hizo más fácil su vida.

El pasado lunes dijimos adiós a todo ello. Y, de forma particular, dije un hasta siempre a una tienda a la que mi infancia está unida y a mi mente volvieron muchos de los recuerdos en ella con mi tio y con mis primas, sobretodo con Gela.

Por ello y desde estas líneas va mi más sincero gracias por muchos ratos vividos y mi adiós a Electryson que siempre estará en mi recuerdo y pertenece de forma imborrable a la historia de Villena.

En recuerdo a mi tio, Benito Pardo