Cristina Martínez estudia en Dinamarca con una beca Erasmus

  • 12 diciembre, 2013
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Cristina Martínez estudia en Dinamarca con una beca Erasmus

Cristina Martínez Ferrando se encontraba estudiando con una beca Eramus en Dimarca, justo cuando el Ministro de Educación, José Ignacio Wert anunció los recortes para las ayudas a los intercambios de estudio entre europeos. Aunque el ministerio ha dado marcha atrás desde Dinamarca defiende las becas.

P.¿Cuánto tiempo llevas en Dinamarca ?
R. – Tres meses

P. ¿Cúal fue el motivo de tu marcha?
R. Se me ofreció la posibilidad de poder pedir la beca Erasmus y me pareció la oportunidad perfecta para conocer lugares, personas y culturas nuevas y por supuesto para mejorar el inglés y enfrentarme al reto de estudiar en la universidad en un idioma que no es el español.

P. ¿Qué echas de menos de Villena?
R.Lo que más se echa de menos son las personas. Aunque esto sea una experiencia increíble, siempre tienes tiempo para echar en falta a tu gente. Y, por supuesto, para alguien festero como yo, fue duro no poder pasar allí las fiestas de moros y cristianos. Ha sido la primera vez en mi vida que me las he perdido y seguí desde aquí todo lo que pude.

P. ¿Encuentras mucha diferencia entre la cultura española y la danesa?

R.La cultura de los países escandinavos es muy diferente a la nuestra en muchísimos aspectos. Una de las cosas que más me gusta es la mentalidad que tienen aquí. Son muy pacíficos, tolerantes y la igualdad en todos los sentidos es un hecho, además de que están muy concienciados de que lo que hagan sea positivo para todos; son personas muy cooperativas y, por lo general, puedes fiarte de todo el mundo. Por otra parte, en términos de economía y política la situación es muy buena. Pagan muchos impuestos, pero todo eso lo reciben en forma de muchísimos servicios. Hay una clase media muy numerosa y es muy poco común que una persona no tenga dinero para llevar una vida digna. Y en lo que se refiere a la política, aquí en Dinamarca se encuentran las tasas más altas de confianza de la población en los organismos públicos. La corrupción es nula. Todo esto hace que todas las encuestas señalen Dinamarca como el país más feliz del mundo.

Al estar fuera de España, además de darte cuenta de las cosas que tienen que mejorar, también aprendes a valorar las cosas que nos caracterizan y que aquí no encuentras.  Por ejemplo, el valor de la familia, es algo que aquí también existe pero en mucho menor grado que en España. Son personas mucho más independientes, lo que hace que no tengan esa necesidad de estar en familia. Eso es algo que me gusta de nuestra cultura y creo que nos perderíamos muchas cosas si no lo tuviéramos. Por otra parte, somos personas mucho más espontáneas y las relaciones interpersonales son mucho más fáciles. Esa calidez y viveza que nos caracterizan es de las cosas que más valoro. Y por último, la comida. La dieta mediterránea y el horario al que comemos, desde luego no lo cambiaba por nada del mundo.

 P. ¿Cómo valorarías la experiencia de Erasmus?

R. Es una experiencia increíble que en muchos sentidos marcará un antes y un después en mi vida. Además del crecimiento personal que supone pasar tanto tiempo tan lejos de tu entorno, el hecho de estar en contacto con tantísimas personas y todas ellas de diferentes nacionalidades te abre muchísimo la mente. Conoces culturas, aprendes sobre lugares que no sabías ni que existían y creas algunos lazos que durarán para toda la vida. Además, aprendes a  ser crítico con las cosas que tienen que mejorar en España y a valorar las que tienen que quedarse como están.

Y por supuesto, el poder estudiar en una universidad europea, en inglés y con un sistema educativo diferente al tuyo, es una oportunidad única y un reto muy enriquecedor.

     P. ¿Por qué crees que sigue siendo necesario que se mantengan este tipo de becas?

R. La situación económica en nuestro país hace que visitar países extranjeros no esté entre los planes de muchos españoles, y mucho menos costearse unos estudios en otro país. Es por ello que esta beca es una oportunidad única para los estudiantes españoles para ver mundo, ampliar su bagaje académico y, en muchos casos, labrarse un futuro profesional fuera de España. Acabar con estas becas privará a los millones de jóvenes que se benefician de ellas de enriquecerse en el extranjero y traer esta riqueza de vuelta a casa. Cuando ves otras realidades tienes la oportunidad de adoptar todo lo bueno que has visto en ellas. Los jóvenes de ahora somos el futuro de España y los encargados de lidiar con una situación política y económica de la que no podemos estar muy orgullosos. Privar a los jóvenes de crecer y enriquecerse de lo bueno que tienen otros países privará a España de crecer como país. Las becas Erasmus, al igual que todos los gastos relacionados con la educación, sí que son una inversión de futuro, y no muchos otros gastos que en ningún momento se han planteado recortar.

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