Parte de la techumbre de la electroharinera se desploma

El derrumbe de una parte de la cornisa del edificio de la Electro Harinera, el pasado fin de semana en Villena, ha vuelto a levantar  la alarma en la localidad sobre la situación de un inmueble emblemático, ya que es el único edificio industrial que se conserva, y que con el paso de los años, pese a varios intentos de recuperación, se ha convertido en una ruina.
La caída de los alerones situados en la fachada de la calle Madrid, provocó la intervención de los Bomberos que se desplazaron a la zona para sanear la parte superior del edificio, así como retirar el material que había caído a la vía pública. Las intensas lluvias del último mes parece ser la causa de este desprendimiento.
 A los vecinos de la zona no les sorprendió  el derrumbe de parte del tejado, ya que, desde hace años está muy deteriorado. Desde el exterior la Electro Harinera parece un edificio en ruinas con ventanales rotos donde se filtra el agua y la humedad, aunque los técnicos municipales señalan que su estructura es muy sólida.
El concejal de Urbanismo, Carlos Beltrán, indicó tras el suceso que está a la espera de que los técnicos valoren los últimos daños ocasionados en el edificio. Será entonces cuando el equipo de gobierno decida si lleva a cabo una actuación de urgencia en el inmueble, ya que rehabilitación de la Electro Harinera está aprobada por la Generalitat Valenciana.
En diciembre de 2009 la Conselleria  refrendó el proyecto de la primera fase de rehabilitación de la Electro Harinera para convertirlo en el Museo de la Ciudad. Unas obras subvenciadas con tres millones y medio de euros, al incluirse dentro del Plan Confianza. Sin embargo, desde hace más de dos años nada se sabe del futuro del Museo de la Ciudad. El pasado junio el alcalde de Villena, Javier Esquembre, coincidiendo con la visita del Secretario de Infraestructuras y transportes, Victoriano Sánchez, a las obras de adecuación de la avenida Constitución, reclamó la restauración del antiguo edificio.

Deterioro

El edificio que cuenta con más de tres mil metros cuadrados construidos, fue inaugurado en los primeros años del siglo pasado para la fabricación de harina en 1910 en el mismo lugar donde estaban las instalaciones donde se generaba electricidad para la ciudad, de ahí que se llamase la Electro-Harinera, ya que en una parte del inmueble estaban los aparatos para la producción de energía eléctrica y en la otra parte estaban los molinos donde se elaboraba la harina.

 En 1957 se transformó en un almacén frigorífico donde los agricultores de la zona depositaban sus cosechas, sobre todo las manzanas. El edificio fue adquirido en 1985 por Jerónimo Ferriz con el fin de ubicar en él un museo etnográfico con todos los elementos que había ido recopilando durante años. En 2000, siendo alcalde de Villena Vicente Rodes, el Ayuntamiento de Villena adquirió el inmueble, y en 2006 se decidió convertirlo en el Museo de la Ciudad de Villena, para albergar parte de los fondos etnográficos de Jerónimo Ferriz, así como el Museo Arqueológico José María Soler.

Sin embargo el deterioro del inmueble se ha ido sucediendo con el paso de los años. En 2005 se desplomó un muro interior del almacén situado junto a la nave principal lo que provocó el traslado de los fondos del futuro museo etnográfico, unas 7.000 piezas que estaban en esta zona, a un almacén municipal,  y en 2009 robaron varios metros de cable del sistema eléctrico, y los aparatos de aire acondicionado.

Plan Confianza
La Generalitat aprobó 3.5 millones de euros para su restauración
La Generalitat Valenciana aprobó en 2009 a primera fase de rehabilitación del edificio, incluyendo las obras valoradas en 3.5 millones de euros dentro del Plan Confianza, pero no se han ejecutado los trabajos.