El oso y el madroño se convierte en la inocentada del belén

El Belén de la Asociación de Belenista de Villena se convirtió, por un día,  en un pequeño Madrid. Cada 28 de diciembre, los creadores de esta estampa navideña gastan su particular inocentada. Un pequeño guiño, que congrega a un buen número de visitantes que la buscan entre los pastores, el nacimiento y los Reyes Magos.
Este 28 de diciembre la calle más concurrida de belén, por unas horas, pasó a ser la calle Preciados de Madrid. Al fondo se observaba la escultura y escudo de la capital de España, el oso y el madroño. Estatua vinculada a Villena por ser su autor el artista villenense, Antonio Navarro Santafé.
Pero no sólo el oso y el madroño simulan la Preciados de Madrid, también se llenó de carteles publicitarios, desde el “compro oro” a “Huggo Boss”. En uno de los edificios más alejados, una antena de telefonía aparenta ser  el edificio de la Telefónica en la capital.
Desde la noche del 27 y por todo el día del 28, los belenistas acuden a la Casa de la Cultura para cumplir con la tradición de las inocentadas. Cada uno de ellos, añade su particular “broma” para arrancar una sonrisa de quienes se acercan para descubrirlas.
José Hernández, uno de los belenistas, indicó que “otros años, en el belén han aparecido dos niños Jesús o cuatro Reyes Magos”. Añadió que “se ha convertido el día de las inocentadas como poner cada año, en cada uno de los belenes, sea cual sea la temática una figura del orejón. Es algo que buscan todos los villeneros que van a ver el belen”.