La barandilla de la calle Luciano López Ferrer ya sufre desperfectos

La apertura de la calle Luciano López Ferrer lleva camino de convertirse en el culebrón del invierno villenense. Su apertura se relata pasó a pasó desde que se convirtiese en una promesa electoral por parte de todos los grupo políticos, ahora en el gobierno municipal.

La última noticia es la ubicación de una barandilla, que separa el Paseo Chapí de lo que se convertirá en el vía de acceso a la circunvalación de la ciudad por la calle Ferriz. Juan Richart, concejal de Obras, explicó que “el trabajo recae en el concejal de Policia, Carlos Beltrán, quiene tiene que dar ordenes para señalizar el tráfico en esta zona así como encargar el preceptivo informe de este departamento”.

La barandilla de acero inoxidable genera un obstáculo para los peatones evitando así los accidentes. Aunque el concejal adelantó, hace unos días, que el precio de este elemento arquitectónico alcanzaba los 9.000 €, esta mañana comentó que se está negociando con la empresa la posibilidad de un valor más económico para las arcas municipales.

Pero en los escasos cuatro días que lleva instalada, la barandilla ya tiene algunos desperfectos. Las barras inferiores se encuentran dobladas, seguramente por el peso de los niños al subirse en ellas.

Con la remodelación del paseo Chapí en marzo 2010, se creó una explanada peatonal junto al Teatro Chapí, una continuación del paseo hasta este edificio. El anterior equipo de gobierno apostó por hacer este espacio peatonal. Incluso en la pasada legislatura se aprobó en Pleno, por los grupos de la oposición, la apertura de dicha calle durante los días laborales y el cierre los fines de semana. Cuestión ésta que nunca se llegó a poner en marcha.