Felicitación navideña de la Asamblea Verde

 Se acaba un año y nos disponemos a recibir al siguiente. Es tiempo de balance y reflexión, así como de expresar nuestros mejores deseos y proponernos nuevos (y no tan nuevos) propósitos. Son fechas para compartir con la familia, para recordar a quienes no están o no pueden estar con nosotros, para celebrar y dar gracias por todo aquello que es importante. Pero, ¿realmente tenemos algo que celebrar?, ¿hay, con lo que está cayendo, algún motivo por el que sentirnos agradecidos?  

      De una u otra forma todos y todas estamos afectados por la situación actual: paro desbocado, falta de créditos, hipotecas asfixiantes, miedo a perder el trabajo o a no poder mantener el negocio… El miedo nos paraliza y limita nuestra capacidad de respuesta, más cuando por todas partes nos bombardean con la idea de que solo hay un camino. 

      La realidad es dura; los datos están ahí, demoledores. Vagamos entre la indignación y la resignación, maniatados por los mercados, víctimas inocentes de la desmesurada ambición de unos pocos. Pero no es cierto que solo haya un camino, no es verdad que solo nos queda resignarnos. Desde la Asamblea Verde llevamos años diciendo que el modelo económico es insostenible, que el planeta no puede resistir durante más tiempo el abuso al que está sometido. También hemos denunciado hasta la saciedad lo injusto del sistema para con aquellos que son más débiles. Ahora, cuando la ciudadanía entera está en situación de debilidad, cuando sentimos en nuestras carnes la voracidad desmedida del sistema, nuestros planteamientos tienen más vigencia todavía.  

      Quizá  sin saberlo, es en este momento de precariedad cuando aplicamos, a nivel personal, familiar y comunitario, muchos de los valores “verdes”: la solidaridad, el ahorro, la reutilización y el reciclaje, el compartir con quienes están e dificultades, el “hoy por ti y mañana por mí”. También es notable el aumento de la conciencia ciudadana, harta de dejarse mangonear, que si bien está todavía lejos de hacerse oír con la suficiente fuerza, empieza a organizarse, a pedir explicaciones y a reivindicar una sociedad más justa e igualitaria. 

      El futuro está aquí, lleno de incertidumbre, pero con la certeza de que va a ser diferente al pasado reciente. Ya va siendo hora de que forcemos a nuestros gobernantes a adaptarse a las nuevas circunstancias, que se dejen de puestas en escena más o menos efectistas y apliquen todos esos valores que ya nosotros practicamos con el familiar en paro, con el vecino que no puede pagar la contribución, con esas asociaciones que sacan de donde no hay para seguir defendiendo la dignidad del ser humano. 

      Desde la Asamblea Verde deseamos que dentro de unos años podamos celebrar que en 2012 se tomaron las decisiones correctas, que conseguimos crear una economía centrada en las personas, unos medios de producción sostenibles y respetuosos, una sociedad activa y participativa. Será entonces cuando podamos mostrar nuestro agradecimiento porque el duro camino que recorrimos realmente mereció la pena. 

      Mientras tanto, celebremos con nuestros seres queridos y demos gracias a todos aquellos que, día a día, nos recuerdan de una manera u otra que tenemos que seguir adelante.   

Feliz Navidad y Próspero 2012

Asamblea Verde de Villena