¿Cuál es tu propósito para este año?

  • 25 septiembre, 2024
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¿Cuál es tu propósito para este año?

Tras las vacaciones de verano y las fiestas de moros y cristianos, en Villena se marca para muchos el verdadero inicio de año. 

Y como en todos los inicios, solemos hacer balance de lo vivido y creamos nuevos propósitos o metas para el tiempo venidero. 

Aprovechando la coyuntura, me apetece compartir con vosotros mi balance y propósito.

Para los que no me conocéis, soy una persona muy emocional, nostálgica e intensa. 

Este año, esperaba con especial ilusión las fiestas, pues hace unos meses surgió una idea que no me la creí hasta que no me vi con el traje puesto el día seis de septiembre.

Ese día, recorrí la avenida principal de Villena del brazo de la persona que más admiro y quiero en mi vida, mi rey, mi padre. Fuimos Rey y Reina de la escuadra Rey Rodrigo, con motivo de su 25 aniversario.

Me cuesta mucho encontrar las palabras para describir lo vivido, pero es que hay veces que no hacen falta las palabras. Tan solo una mirada es suficiente para decir, para transmitir.

Y yo en ese desfile me sentí tremendamente afortunada, orgullosa, satisfecha, plena. Y ya no sólo por ir de su mano, sino por la compañía, pues íbamos tras los pasos de una corona portada por el chico más noble y bonito que conozco; seguidos por la gran dama de honor que ha acompañado a esta reina en todas sus batallas vitales (“conquistamos el reino amiga”). Sin olvidar a su fiel escudero que, custodiando la cruz portadora del escudo real, desfilaba sin perder el paso de su reina, paciente, leal y honesto. Siguiendo con la escuadra, liderada por el heredero de la saga; la persona más vitamina que conozco. Y todo ello supervisado en la distancia por los ojos más resilientes que he mirado nunca, fuente de amor infinito y entrega incondicional.

A veces los sueños se hacen realidad y no en la forma ni manera que imaginamos, pero sí en la esencia que necesitamos.

Y ahí es donde quiero llegar y donde también entra mi propósito. 

Disfrutar el momento. La compañía. Pararnos a agradecer.

En terapia suelo poner el ejemplo de: “cuando te sientes mal, no haces más de darle vueltas, sin cesar. Es como si estuvieras en una pocilga de cerdos, ahí, retozando. Sin embargo, si te pasa algo bueno, no retozas igual, no das la misma importancia. Pero, dónde prefieres estar, ¿en una piscina infinity o en una charca?”

Si a lo bueno que nos pasa le diésemos la misma importancia que a lo “malo”, sé que afrontaríamos las dificultades de la vida de una forma mucho más objetiva y constructiva. No se trata de intentar evitar el dolor, pues va unido al vivir, sino de crear algo con ese dolor. Nos tiene que servir para algo. 

Y por tanto, en este caso, para mí fue un regalo vivir esta experiencia. Por un lado, lo tengo que seguir recordando y tengo que seguir disfrutando ese momento. Pero por otro lado, y ahí entran en juego los propósitos, es que tengo que ocuparme en crear nuevos escenarios en los que pueda disfrutar de las personas que ese día seis me hicieron tan feliz. 

Las relaciones se construyen. Necesitan tiempo, dedicación, esfuerzo, interés y espacio en nuestra vida. Como si fueran nuestro trabajo, al que a veces no nos apetece ir, pero vamos porque no nos queda más remedio que fichar. 

Me propongo y os propongo vivir con freno, conscientes. Cumpliendo obligaciones que todos tenemos pero creando momentos para sentir, compartir y disfrutar. Para llenar esa parte emocional que todos tenemos y que solemos olvidar por las exigencias del día a día. Esa parte que cuando no nos sentimos bien, es la primera que nos avisa. 

Ahora empieza el año y  con él las prisas. El día tiene 24 horas y a veces sentimos que nos falta tiempo. Trabajo, comidas, compras, niños al cole, actividades extraescolares… Nos olvidamos de lo que realmente es importante: nosotros y las personas que nos rodean.

Y no me vale un “no tengo tiempo”. Eso se desmonta tan fácil como: “mira el tiempo de uso de tu móvil”. Cuando hago esta pregunta en terapia, la respuesta suele ser abrumadora. 

No dejes que todo lo bueno vivido en vacaciones o fiestas sea un simple recuerdo. Genera otra ilusión, idea otro plan, trabaja en otro proyecto….pero personal. 

Mi propósito es cuidarme y cuidar de mi gente. Es la mejor manera de asegurarme recuerdos bonitos. 

¿Cuál es el tuyo?

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